martes, 27 de mayo de 2008

La historia del Hache.


Nacimiento del HACHE DE FÚTBOL

Hacia enero del año 1968, un grupo de amigos jugábamos en el Parque Loyola un campeonato de contrabando, decíamos así por que las canchas no las alquilábamos, sino que íbamos y jugábamos, corriendo el riesgo de que en cualquier momento cayera un Director, y dijera: “Ustedes, todos afuera”. Allí hubo necesidad de determinarle al club un nombre, y para ello nos reunimos. Entonces (el día no puedo recordarlo) luego de barajarse varias posibilidades, muy poco convincentes, alguien (nunca pudimos saber quien fue exactamente, aunque la mayoría acusa de esta barbarie a Eduardo Nollemberger) dijo: “Y... Llámale HACHE”. Esta era una expresión muy usada por todos cuando designábamos algún valor matemático, que no calculábamos exactamente.

El Hache (ya tenemos nombre) entonces jugó aquel torneo veraniego y otros más al año siguiente. La ubicación no importa, lo que importaba era que un grupo de amigos, futbolísticamente regulares, malos y muy malos estaban allí, y lo más importante, con un nombre y con camisetas que nos prestara nuestro siempre alentador e hincha Nº 1 Dr. Luis Bonanata, y que demás está decirte nunca se nos ocurrió devolvérselas o pagarle algún importe, y aún existen y en ciertas circunstancias nos ayudan.

Pasaron dos años y este grupo de amigos, con un nombre no encontraba otra forma de reunirse que jugando una vez por mes o aún en períodos más distantes partidos de fútbol, donde fuera, se organizaban generalmente contra los mismos rivales y surgían de alguna trasnochada de truco.

En el año 1971 cuando ya empezaban los primeros calores, setiembre, comenzó a funcionar otro grupo, donde estábamos muchos de aquel primario, a concurrir al Puente de carrasco a la playa y jugar fútbol, esto duraba hasta diciembre, o sea de los primeros calores a los primeros exámenes. Allí, como antes, había de todo, algunos regulares, otros malos y otros muy malos, bueno ninguno, pero servía. Este grupo se correspondía con estudiantes de la Facultad de Ciencias Económicas, hoy algunos ya recibidos. El lugar de la cita era: “La Tonina Alegre”, un mostrador que existía en las cercanías del Puente, donde estacionan el 104, el 142 y el 173.





De este grupo surge la idea luego de 2 años de playa o sea 1971 y 1972, de inscribirnos en la Liga Universitaria de Deportes en el año 1973. Por supuesto los regulares y los malos fuimos jugadores (y muchos insistimos todavía) y los muy malos fueron los perfectos dirigentes, electos por unanimidad. De allí surgió nuestro eterno Presidente (era de los muy malos), Don. Francisco Llano que siempre fue reelecto, y que creo hasta ahora nunca firmó una nota dirigida a la Liga o a Educación Física o a otro Organismo, pero esto no lo incluyas, porque podemos llegar a ir presos.

Recuerdo que organizamos una rifa de una radio portátil y obtuvimos los primeros mangos como para afiliarnos. Y al afiliarnos debimos buscar un significado mejor al nombre dado, de Hache y allí se encontró que él “llámale hache” era una expresión castiza, que figuraba incluso en los diccionarios, mira vos, y que significaba algo así como: “da lo mismo una cosa que la otra”.

Entonces una amplia mayoría bolsona, muy bien inspirada, determinó que el Club no se llamara Hache, sino Club Hache de Fútbol.

Por supuesto el panorama del año 1973 no fue nada alentador. Teníamos eso si una muy buena cancha donde jugamos incluso actualmente que es la de Libertad Washington, en cuyo Club conservamos innumerables amigos, pero la cancha poco importaba cuando al pegarle las mandas al Talud. Así que descendimos y tuvimos el privilegio de crear la Divisional “D” para el año 1974.

Jugamos este torneo, pero hicimos algunos cambios. Fueron saliendo los malos y trajimos alguno bueno que nos sacó del pozo y que quedó en el grupo, porque el grupo funcionaba.

Pero antes, en enero del 74 nos inscribimos en un Campeonato de Verano donde a primera vista y viendo los rivales, deberíamos finalizar en el último lugar. Pese a ello cumplimos una campaña aceptable y finalizamos terceros con gran suceso. Pero siempre recuerdo un día; cuando la inauguración del Campeonato fuimos a ver a un equipo que sería tres días más tarde nuestro primer rival. Nos asombró un goleador que pensamos era profesional, y efectivamente, Daniel Alonso, jugaba en ese equipo que nosotros debíamos enfrentar, Soriano. Al día siguiente, o esa misma noche, iniciamos los contactos para alistar algún crack. Y al debut la línea delantera decía: LACROIX, JUAN C. BARREIRO Y TELMO BLANCO. El resultado 6-2 y con aplausos. Luego los cracks se nos fueron, pero igual seguimos adelante, y logramos aquella ubicación. Entre uno de los hechos más jocosos que registra el Club, durante ese mismo Campeonato y estando en los primeros lugares pasadas ya tres fechas, dos de nosotros viajamos a Córdoba quisimos ahorrar y demostrar afecto, así que pusimos en el texto “fuerza Hache”, no demoró en que apareciera el Jefe de Telegrafistas y un agente del orden, instándonos a cambiar el texto o retirarnos previo pasaje quien sabe por donde. Explicamos pero no hubo caso. Al final el telegrama rezó: “fuerza todos”. Y llegó una hora antes del partido, con el asombro y risas de unos y otros.

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